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De las primeras actividades campesinas colectivas que se conocen en Colombia tenemos la “minga”, una forma de organización para trabajar colectivamente a favor de la comunidad. De esta manera, los campesinos se reunían con miras a trabajar la tierra y se acordaba con quienes estuvieran dispuestos. Más adelante, cuando el campesinado decidió tener su propia autonomía, comprendió su situación. Por estas razones, para la década de 1970, los campesinos decidieron unirse, no sólo por el tema de los derechos a la tierra, sino también por sus reivindicaciones como trabajadores. Desde ese entonces, continúan en sus luchas, sin embargo, se hace visible que sin una organización, no será posible que logren hacer valer sus derechos (Pérez, 2010).

Durante las convergencias, tuve la oportunidad de reunirme con numerosos campesinos y campesinas habitantes de la región que viven de la agricultura o la crianza de animales. Entre ellos, Luks, un aficionado de la cartografía, quién me comentó que por más de 25 años ha estado con la práctica de recorrer las montañas; especialmente en la Serranía del Perijá durante los últimos años. Por ello, siempre ha estado interesado en el tema del territorio y ha compartido estos saberes con quienes lo habitan. Reitera que en la Serranía, es donde ha encontrado los más diversos terrenos para caminar, desde los más difíciles hasta los más asequibles.

Del campesinado tenemos mucho por aprender, estas personas llevan saberes valiosos sobre las plantas y animales, y sobre cómo comunicarnos con ellos. Además, al estar permanentemente en contacto directo con la naturaleza, generan profundas raíces con los territorios que habitan. Desafortunadamente, al detallar las realidades que afrontan los campesinos, pareciera que no valoráramos a quienes nos permiten tener el alimento proveniente de la tierra. Los campesinos afrontan a diario las causas generadas por las brechas entre ciudad y campo, jornadas agotantes y recompensadas con muy bajas entradas económicas, sumándose a ello, las pocas garantías para la salud y la educación.

Te encuentras en el Punto II: Recorridos, Serranía, Ámbar, Comunidad, Humanos, Campesin@s.

En Colombia, la historia del campesinado ha sido compleja. Cuando algunas comunidades dedicadas a las labores de la tierra, en su mayoría étnicas, se dispersaron a otras regiones rurales y se ubicaron en diferentes poblados; continuaron con la vida del campo, con las siembras y la crianza de animales, es decir, llevaron sus creencias ancestrales, continuaron siendo campesinos.